Pastelera: clásico de clásicos
Tan noble y versátil que la van a querer tener siempre a mano. Como relleno, como parte de una copa o acompañada de un baño de caramelo, tiene el éxito garantizado.
Dénme una pechuga y les preparo un banquete. Otra receta de menos de 30 minutos para darle rienda suelta al perfil sibarita.
Si como una pechuga más, me salen alas. ¡Y no me importa!
Me encanta el pollo porque recibe muy bien cualquier sabor y tiene el potencial de convertirse en un banquetazo. Además se cocina muy rápido y es difícil errarle al punto de cocción... aunque puede ocurrir.
La receta que les comparto hoy es una más de mis recetas hawaiianas. Bah, todo lo que tiene ananá en mi vida, se llama hawaiiano. ¿La remera con ananás? Hawaiiana. ¿El mantel con ananá? Hawaiiano. Y así. Este pollo tiene el plus de llevar condimentos que encontramos en la comida japonesa, y eso lo hace muy hawaiiano.
Es importante que utilicen una buena sartén u olla para conseguir un buen dorado en el pollo. Si bien no se ve por afuerita, si el pollo se hierve, queda duro y soso. Como siempre, lo importante es lo de adentro. Que un plato sea rápido no quiere decir que sea de poca monta.
La receta que les comparto hoy es una más de mis recetas hawaiianas. Bah, todo lo que tiene ananá en mi vida, se llama hawaiiano. ¿La remera con ananás? Hawaiiana. ¿El mantel con ananá? Hawaiiano. Y así. Este pollo tiene el plus de llevar condimentos que encontramos en la comida japonesa, y eso lo hace muy hawaiiano.Y
No hay mucho para decir de esta receta, salvo que si quieren hacerla con carne de vaca, conejo o cerdo, también queda perfecta. No con cordero, por ejemplo. Y ni se les ocurra proponer reemplazos porque esta receta es un todo. Se hace y se come así. Yo no agregué guarnición porque siempre acompaño con ensalada de hojas, pero si quisieran pueden hacer un buen arroz blanco y es el compañero perfecto.
Tan delicioso que se va a volver un clásico.
1 pechuga
1/4 taza de azúcar negro
1/4 taza de vinagre
1 cda de jengibre rallado
1 cdta de ajo en escamas
1 taza de flores de coliflor
1 rodaja de ananá
sal
1 cda maizena
1 ramo de perejil
1 lima
1. Colocar una cucharada de aceite sobre una sartén de hierro o acero bien caliente.
2. Mientras se calienta la sartén, cortar la pechuga en cubos pequeños.
3. Dorar los cubos de pollo a temperatura máxima y luego bajar el fuego a medio.
4. Añadir el vinagre, el azúcar, los condimentos y 1/2 taza de agua, mezclar para integrar todo.
5. A continuación, agregar las flores de coliflor y el ananá cortado en cubitos. Cocinar por 15 minutos.
6. Diluir la Maizena en unas cucharadas de agua y sumar a la preparación. Bajar el fuego a mínimo y remover por uno o dos minutos hasta que se vea untuoso, brillante y suculento.
7. Servir con mucho perejil picado y un cuarto de lima para el que quiera aplacar el dulzor.
La comida agridulce es adictiva para mí. Tal vez por mis abuelos alemanes, tal vez por golosa nomás, pero me encanta. Si nunca probaron o probaron algo y no le encontraron la vuelta, denle una oportunidad a este pollinguis y me cuentan. Los leo.