El mundo está en tu plato
Este es mi primer post en mucho mucho tiempo y ...
Popurrí de emociones en este post.
Conté esto una vez en las historias y lo dejo ahora acá porque me siento más preparada y tal vez puede ayudar a alguien. Todo tiene que ver con todo, así que ustedes hagan sus conexiones.
En estos días compartí la forma en la que se consume el carozo de palta en casa. Simplemente lo sacamos de la palta (trato de juntar 3 o 4 para hacer rendir el trabajo), le quito la piel marroncita que tiene, lo rallo y lo horneo bien bajito hasta que se seca. Lleva unos 15 minutos. Después lo uso para sumar crunch a ensaladas, granolas, empanizados, arriba de tostadas, etc. Esa es la receta, si quieren pueden dejar de leer ahorita.
Cuando Gapu tenía 4 años, un día de verano cualquiera, en medio de los preparativos navideños, sufrió una convulsión. La verdad es que en el momento no sabía qué le estaba pasando ni la aventura que nos esperaba, pero fue terrible. A partir de ahí, empezamos un camino de médicos, terapias, evaluaciones, preguntas, temores, todo muy difícil. Para hacer esta historia corta, leí cada libro, levanté cada piedra, pregunté a cada taxitsta (ellos saben todo) y corrí cada cortina para encontrar algo que pudiera ayudar a mi familia.
En ese camino conectamos con gente que atravesó todo tipo de desafíos y cada uno brindó algo que pude hacer mío. Sus filosofías, su confianza, sus agendas, sus técnicas, todo ayudó. Producto de la epilepsia, Gapu tenía necesidades muy específicas de sueño, dieta y ambiente, lo que significó cambiar muchas de nuestras rutinas. En casa en general no había complicaciones, pero de vacaciones, o en otros lugares, a veces teníamos que hacer solicitudes especiales.
Un día, estando de vacaciones en México, tuvimos que pedir una adaptación y la Concierge del lugar era tan amorosa que le contamos la historia completa del por qué necesitábamos ciertas cosas. En ese momento, en el que yo no podía contar nada sin llorar, la mujer, descendiente de mayas y super respetuosa de su acerbo, fue de lo más contenedora y nos dijo que, con todo el respeto del mundo, podía compartirnos algo de la sabiduría de su familia. Y así fue como llegamos al consumo del carozo de palta, entre otras cosas.
Redondeando. En casa se consume carozo de palta porque decidí confiar y se los comparto después de muchos años de hacerlo. Ustedes, con esto y con todo lo demás, siempre investiguen, busquen su propio camino, no crean todo lo que leen. Se pueden encontrar con una loca despeinada escribiendo cualquier cosa.
Por si deciden hacer la prueba, les dejo un archivo con tres modelos de etiquetas para su frasco. Yo reciclé un envase plástico de helado que me pa pareció divino. Para usarlo sólo abren el archivo, eligen el modelo y tamaño que más les guste y seleccionan la opción "imprimir página número", así no imprimen demás. Hagan click acá.