Soy de las que creen que si vamos a consumir algo debe ser bueno. No sé si es la edad o el camino transitado, pero ya no me conformo con cualquier cosa. Me pasa con las personas, con las películas, con las actividades, con la ropa y obviamente, con la comida. En relación a los postres, que tenga azúcar no es suficiente y que esté servido en un platito lindo tampoco.
¿Qué busco a esta edad en un postre? El paquete completo: sabor, textura y experiencia. El sabor es lo que hace que no sea lo mismo comer un conito de McFrito que un gelatto o una creme brulee y un postrecito PareSer. Ya saben lo que digo... La textura es lo que para mí da ese placer supremo en los postres: suavidad, crocantez, sedosidad, todo combinado. Y la experiencia es eso que nos queda luego de comer y que estimula a todos los sentidos. No es solo la apariencia y el aroma, es la historia, las sensaciones y el aftertaste.
Mi maridismo siempre dice que las calorías son inversiones, uno decide donde colocarlas y qué resultado espera. Por ejemplo, si todos comemos helado de una heladería que no le gusta, prefiere pasar y reservar ese postre. Aunque también se come un paquete de Rocklets creyendo que es la bomba. En fin...
Sobre la Koshi cake
La cuestión es que mi KOSHI CAKE es una torta/postre sin gluten, apta para la hora del té y para después de la cena y vale cada gramo que consuman. Es tierna y fresca, liviana, cuchareable y transportable. Además no tiene gluten y pueden hacer la versión sin lácteos también. El azúcar es reemplazable por edulcorante, si así lo prefieren.
La receta de la que parto lleva harina de arroz glutinoso, como la mayoría de los postres japoneses. En nuestro país yo no encontré harinas de arroz con distinciones de variedad, y preguntando descubrí que suele ser arroz 00000, que es el más producido por aquí. Tal vez en el Barrio Chino, o algún lugar especializado encuentren harina de arroz dulce o glutinoso. Yo usé arroz koshihikari que es fácil de conseguir.
El arroz debe estar cocido al punto de ser pastoso y tener la menor cantidad de agua posible. También es importante que lo dejen enfriar antes de preparar la masa.
La leche de coco que ven en la receta es para ajustar la textura y dar más sabor. En la receta con harina se usa para poder agregar agua y en la receta con base de arroz cocido se usa como astringente. Si no tuvieran, pueden usar leche de vaca en polvo o, en todo caso, unas cucharadas de salvado de avena o harina de avena para absorber el exceso de líquido.
La Torta Koshi se puede servir a t° ambiente o fría. Fría es mucho más manejable y queda muy elegante como postre o base de postre. Unos frutos rojos o una ganache le quedan perfecto.
Koshi Cake
1 taza de arroz koshihikari
50g manteca derretida o aceite
1 taza de azúcar
1 cda de té de polvo de hornear
1 cdta de vainilla
2 huevos
3 cdas leche de coco en polvo*
Preparación
1. Colocan el arroz en una olla y lo cubren con el doble de agua. Lo llevan a hervor y van agregando agua sólo a medida que la necesita. Tienen que llegar al punto en el que se forma una pasta pegajosa que se despega del fondo de la olla. Esto lleva unos 25 minutos. Apagar y dejar enfriar.
2. Una vez frío el arroz, que van a notar mucho más firme, encender el horno a 170°
3. Agregar los huevos, la manteca derretida (o aceite) y la vainilla al arroz y batir o mixear hasta que sea una masa líquida. El uso del mixer les va a garantizar una torta mucho más sedosa, pero sin mixer no queda mal tampoco.
4. Agregar el resto de los ingredientes y mezclar bien.
5. Verter en un molde de 22 cm de lado o diámetro y cocinar durante 25/30 minutos o hasta que la vean muy dorada en los bordes.
6. Retirar y enfriar antes de cortar y servir.
Es super sencilla y sale de lo común, y tiene el extra de no tener gluten por lo que pueden servirla en caso de tener invitados que no lo consuman. ¿Quién la va a probar?