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Riwwel küchen, parte II

Cuando preparo recetas de familia me emociono y no puedo parar. Ahora sí, la receta.

Si no leyeron el post anterior, donde cuento un poco mucho sobre mi infancia en casa de mis abuelos, les recomiendo que lo visiten y se pongan en clima para preparar esta receta. Y si tienen ganas de ver un poco el pueblo donde quedaba la granja de mis abuelos, pueden visitar www.santaanita.gob.ar

La cocina de la casa de mis abuelos era primordialmente alemana, de posguerra. Siempre partiendo de ingredientes naturales de temporada, cosechados con sus propias manos. Las recetas cambiaban con las temporadas y se reversionaban según la disponibilidad de los productos.

 

La salida de compras se reservaba para los sábados, a veces incluso cada 15 días, por lo que me imagino que mi abuela debe haber sido la persona más organizada del mundo. Teníamos una despensa oscura y fresca con todo lo indispensable. Costales de harina y azúcar. Sacos de arroz. Maples de huevos apilados. Miel en frascos enooormes. Jamones, chorizos, quesos. Todo se hacía en casa. ¡Qué privilegiados éramos!

En fin... realmente fueron buenos tiempos. Los mejores. Esta receta que comparto con ustedes era un clásico de los sábados a la tarde. El té del sábado era casi tan importante a nivel social, como la misa de los domingos. La preparábamos en unas asaderas enormes y la cocinábamos en el horno de barro. (Nota a Papá Noel: si me porto bien, traeme un horno, porfi).

No hay muchos secretos y seguro tienen todos lo ingredientes en su casuchi. Háganla en familia, dejen que los chicos amasen, hagan recuerdos mientras cocinan. We'll make a memory out of this... dice una canción que me encanta.

Riwwel Küchen

Rinde 1 torta grande

Tiempo de preparación: 2,5 / 3 horas

Masa:

250g harina común

1 cdta levadura instantánea

50g azúcar

1 huevo

2 cdas leche en polvo

50g manteca

Dulce:

100g azúcar

50g harina común

1 taza de leche

Riwwel:

75g manteca

75g harina común

75g azúcar

Preparación

1. Para preparar la masa, coloquen la harina en un bowl. Agregan la sal, el azúcar y la leche en polvo y mezclan.

2. Espolvorean la levadura por encima y mezclan.

3. Hacen un hueco en el centro y colocan el huevo y 1/4 taza de agua. Mezclan con una cuchara de madera hasta que toda la harina se haya humedecido.

4. Volcar en la mesada y amasar hasta que el bollo este bien formado.

5. Ir agregando la manteca pomada de a pedacitos y continuar amasando hasta que se haya integrado por completo, el color sea uniforme y la textura lisa. Cubrir y dejar reposar hasta que duplique su tamaño.

6. Para hacer el dulce, coloquen el azúcar en un cacerolita para que se haga un caramelo oscuro.

7. Mientras el azúcar se carameliza, mezclen media taza de leche con la harina en un bowl resistente a la temperatura y reserven.

8. Una vez que el caramelo esté bien dorado, pero bien bien oscuro, agregan la media taza de leche y remueven hasta recuperar la textura fluida.

9. Vierten el caramelo hirviendo sobre la mezcla de leche y harina y remueven hasta que tome la consistencia de un dulce de leche. Es importante que el caramelo esté hirviendo para que cocine la harina.

10. Una vez leudada la masa, la estiran hasta que tenga un centímetro de espesor. Con estas cantidades, van a poder hacer una torta de unos 30 cm de diámetro o lado. Una torta grande.

11. Cubren la masa con el dulce, cubren con un paño y dejan leudar una media hora, hasta que duplique su tamaño.

12. Mientra tanto, preparan el riwwl, o arenado con los tres ingredientes. Puede ser a mano o con una procesadora.

13. Encienden el horno a 175°

14. Una vez que el horno llega a su temperatura, colocan el riwwel sobre el dulce y llevan al horno por 25'

15. Retiran y sirven tibia o fría.

Les prometo, de corazón, que comparto esta receta que es muy importante para mi familia. Es parte de quienes somos y de lo que fueron los que apostaron todo para darnos un futuro mejor. Hagan su parte y compártanla con los que más quieren.