Y sí, a veces hay que arriesgarse y probar cosas nuevas.
Si algo aprendió nuestra familia en esta cuarentena es el valor de ser flexibles. Creo que como todos en estos tiempos, vimos caer muchos de nuestros planes y sueños, algunos más grandes que otros, pero que siempre es un cimbronazo. Cuando llevamos mucho tiempo haciendo las cosas de cierta manera, parece que es la forma natural de ser y ya no nos planteamos nuevos caminos.
La buena noticia es que cuando decidimos creer que lo caminos alternativos pueden ser tan o más excitantes que los que habíamos diseñado, se abren ante nosotros un montón de posibilidades. Y lo mejor es que como todo lo que ejercita, con el tiempo encontramos esta apertura a lo nuevo fascinante.
Para llevar esto a la cocina, quise cambiar un poco los sabores que ya sé que me encantan y dejarme estimular por otros menos frecuentes en casa. Mis barras de limón y matcha son suaves, cremosas, muy perfumadas y deliciosas. Ideales para el té o como postre. Ni hablar de lo instagrameables que son estas barras. Oh my.
Les recomiendo mucho practicar, ajustar y guardar la receta de la masa porque la pueden usar en miles de recetas y es ultra rica. Crujiente, sabrosa, nada que envidiarle a una sableè.
Matcha: Si no tienen, no les gusta, o lo que sea, pueden cambiar este ingrediente por puré de frambuesas, frutillas o arándanos, dulce de leche, chocolate, algo con color para hacerlas atractivas.
Harina de castañas de cajú: Funciona como grasa y como sustento de la estructura. Podría ser harina de coco, almendras o cualquier harina pero aumentando la cantidad de aceite.
Harina de coco: La textura de esta harina es increíble, cuando se humedece parece ricota suave. Si aumentan la cantidad de huevo, parece más una textura de crème bruleè, es mágica. En todo caso pueden usar harina de almendras.
Huevos: No recomiendo sustituirlos.
Base
4 cdas harina de castañas de cajú
6 cdas harina de garbanzos
1 cda aceite de coco
2 cdas de miel
Agua c/n
Relleno
Jugo y ralladura de 1/2 limón
3 cdtas matcha
2 huevos
1/2 taza de harina de coco
2 cdas leche de coco en polvo
2 sobres de stevia
2 cdtas polvo de hornear
1 taza de agua
Para preparar la masa, van a colocar todos los ingredientes en el recipiente del minipymer y van a pulsar hasta que vean que se humedeció todo y al aplastarlo se une.
Vuelquen esas migas sobre el molde aceitado, yo usé uno de 12 x 30, pero una tartera de 22/24 va a funcionar también. Aplasten con los dedos llegando bien a los bordes. Reserven.
Para el relleno, van a hacer todo dos veces, usen todas las cantidades divididas en dos. Pongan en un bowl la mitad de todos los ingredientes, mezclen bien y agreguen el jugo y ralladura de limón.
Viertan el primer relleno sobre la masa de a cucharadas, sin distribuir.
Preparen el segundo relleno con la mitad de los ingredientes y saboricen con matcha.
Viertan sobre la base y emparejen haciendo dibujos con el primer relleno. Es para divertirse nomás.
Cocinen a 180° por 25 min y dejen templar antes de desmoldar y cortar.
Conservar en heladera por hasta 5 días (me río de janeiro) o en el freezer por 3 meses.
