¿Qué significa hoy “una vida saludable”?

¿Qué significa hoy llevar una vida saludable? ¿Me alcanza el tiempo para eso? ¿Por dónde empiezo?

Una de las frases más frecuentes que escucho de mis clientes, tanto en las clases de cocina como en las sesiones de coaching, es “entre tanta información, no sé qué es llevar una vida saludable”. Esto es absolutamente comprensible, primero que nada, porque ser saludable, o estar bien se volvieron imperativos, signos de época. Casi casi una nueva obligación que atender. En segundo lugar, porque la cantidad de información que circula es abrumadora.

En este artículo quisiera que encuentren las bases para decidir qué áreas de su vida necesitan un poco más de atención, tal vez acompañamiento, y los pasos para que todo eso que buscan cuadre en la dinámica de su vida. Casi casi les digo que al final de su lectura, van a sentir que están mejor encaminados de lo que piensan.

 

Antes de saltar al tema

 

Van a ver por ahí muchos “deberían” que son los que generan esa presión incómoda. Lean la información como lo que es: lineamientos básicos. Nos basamos en la noción de bioindividualidad y esto significa que cada uno tiene necesidades y gustos, aspiraciones estéticas, sueños, limitaciones, o lo que sea, diferentes. Lean con calma y pasen la información por su cuerpo. Exploren sus deseos y después de eso, trabajar.

 

¿Estoy comiendo lo que necesito?

 

El primer marcador de calidad de vida es la alimentación y es mi tema favorito del mundo mundial. La comida es energía, es información genética, es de lo que estamos hechos. ¿Piensan en cuánta comida ingieren a lo largo de su vida? Más que cualquier otra sustancia. No hay forma de que no sea importante o de pensar que un Dorito vale igual que una banana.

Comer saludable, sin importar el enfoque nutricional, es elegir ingredientes naturales, tal y cual existen en la naturaleza. Verduras de todo tipo, legumbres, cereales integrales, carnes, grasas, semillas y frutos secos. Tratar de minimizar los procesos intermedios y las cocciones prolongadas para aprovechar al máximo sus nutrientes. Es normal, pero absolutamente cultural, sentir atracción por los ultraprocesados con los que nos criamos, y lo ideal sería consumirlos ocasionalmente.

Pro tip: Incorporar una ensalada antes de cada comida puede hacer una gran diferencia en su salud y en la calidad de la información que brindan a su cuerpo.

 

¿Estoy descansando lo suficiente?

 

El segundo punto para evaluar si están buscando sentirse mejor es el descanso, incluido el sueño. El sueño es uno de los pilares de la salud y de acuerdo con distintos organismos de salud, un adulto necesita entre 7 y 9 horas de sueño para que se completen los procesos regenerativos que ocurren cuando dormimos. Dormir es esencial para el cuerpo y la mente, y privarnos de él es de los descuidos más importantes al que nos sometemos en ocasiones.

El descanso, por otra parte, es el espacio que nos damos para liberar la mente de obligaciones y metas para cumplir. Los períodos de descanso nos permiten ser más creativos y disfrutar de las tareas que realizamos sin esperar un resultado. Actividades como armar rompecabezas, pintar o dar una caminata pueden ser muy beneficiosas.

Pro tip: una rutina para cerrar el día, reduciendo los estímulos y creando un ambiente propicio hace LA diferencia.

 

¿Estoy moviendo mi cuerpo para cuidarlo?

La actividad física es nuestro tercer parámetro y si hablamos de básicos, 150 minutos semanales de actividad moderada es de lo que hablamos. Caminatas enérgicas, bicicleta, natación, pueden practicarse sin necesidad de membresías o gastos. Sin embargo, si realmente quieren ganar masa muscular para sostener esos huesitos y vivir sin dolores, un entrenador puede ayudarlos a definir objetivos y diseñar un plan de acción.

Pro tip: un plan profesional hace que el tiempo que invertimos de muchos mejores resultados que la actividad aleatoria.

 

¿Tengo un buen manejo de mis emociones?

 

Seguro saben que voy a escribir sobre estrés, pero la gestión de emociones abarca el amplio espectro que los humanos podemos experimentar. El estrés está muy en boga porque tiene efectos nocivos sobre la salud y es menesteroso que desarrollemos cintura para manejarlo. Empezando por el diseño de un plan de vida, uno que priorice nuestros objetivos y deje espacio para el descanso y no nos drene, y aprendiendo técnicas específicas para surfear las adversidades y exigencias. Pero como dije, la gestión de emociones incluye también la frustración, la angustia, la ansiedad, el aburrimiento, el miedo… Es probable que sientas que no tuviste suficiente educación en este aspecto, tal vez porque hace un tiempo no era tan común hablar sobre esto, pero siempre se puede aprender y hay muchos recursos disponibles.

Pro tip: Los espacios terapéuticos, del estilo que prefieran, pueden ayudar a navegar las emociones para que nos ayuden a conocernos, crecer y tener una experiencia humana más plena.

 

¿Y ahora qué hago?

 

¿Y? ¿Llevan una vida más saludable de lo que pensaban? Ojalá que sí. Si no es así, manos a la obra, no hay razón para vivir insatisfechos. Es para otro post completo describir el proceso que hago en las sesiones de coaching con mis clientes, pero les voy a dejar un par de tips que pueden funcionarles muy bien.

  1. Descarguen el archivo que les dejo acá. (o escriban lo mismo en una hoja).
  2. Completen primero la valoración de cada área. ¿Cómo se sienten al respecto?
  3. A continuación, completen la lista de hábitos que afectan de manera beneficiosa cada área.
  4. Luego completen los hábitos que afectan de manera negativa cada área. Los hábitos que los perjudican.
  5. Por último, escriban al menos una idea que puedan aplicar para cambiar los hábitos perjudiciales al objetivo.
  6. Elijan una de las ideas y establezcan un plazo para ejecutarla. Si fuera una práctica, como hacer una caminata, comprométanse a repetirla durante 10 días. Si fuera una acción, como contratar un nutricionista, dense un plazo máximo para concertar la entrevista.
  7. El objetivo es no salir de la actividad sin UNA idea para llevar a la práctica.

 

Tienen para entretenerse. Si sienten que mi trabajo como Health Coach puede serles de ayuda, no duden en escribirme. La salud, la vitalidad, la energía, las ganas de todo están a su alcance. Vale la pena.