Scons clásicos
Ojo con pensar que son sólo para la hora del té, porque los hacemos funcionar de mil maneras.
Quién no ha tenido el gran dilema de tener media pechuga y no saber cómo convertirla en 4... oh, la vida.
En casa el pollo se freeza de a una presa porque sólo comemos Gapu y yo, así que cada tanto, quiero cocinar algo y encuentro media pechuguita perdida, solita y digo, ah bue.
Sin embargo, el pollo tiene el don de poder multiplicarse, funcionar de mil maneras y de dejar contento a todo el mundo. Bueno, a todo el que come carne. Hoy traigo una receta que van a poder hacer con el más mínimo trocito de pollo que tengan y vegetales sueltos.
Estamos en cuarentena y tampoco tengo miiiles de verduras. Cuando vi la heladera pense: Esto parece esos desafíos de lógica que nos daban en la escuela, así que debe ser una cuestión de números resolverlo. Como soy un haz en estos temas dije tengo 1 porción de pollo, hay que agregar 3 de otra cosa, porque yo quería que me alcance para la noche. Y bue, es domingo, y según mi número de documento no puedo salir a comprar hasta el martes.
El primer beneficio de sumar pollo a un patty o hamburguesa, es que el pollo es un excelente aglutinante. Mucho más que el huevo. La proteína del pollo forma un ligue que no separa nadie, entonces tolera muy bien una enorme cantidad de verduras y cereales para formar una pasta.
El segundo beneficio es que si decidimos no usar harinas, el pollo toma mucho cuerpo al cocinarse y las pattys quedan firmes y sandwicheables.
Como la receta indica, usé coliflor porque ya la tenía cocida y a mano. Pero otras combinaciones de verduras también son posibles. Cuanto más agua y menos almidón tenga una verdura (zucchini, zapallito, zanahoria) más probable es que necesiten algún tipo de harina o cereal para darle cuerpo. Pueden usar arroz, quinoa o fideos cocidos, o pueden usar alguna harina. Trigo, semita de maíz, garbanzo...
En cuanto al huevo, yo usé uno, pero pueden obviarlo para una versión vegana.
El rebozado también es opcional. Una cubierta dorada y crujiente siempre es un plus. Pero si no quieren rebozarlas, quedan fantásticas igual.
1/2 pechuga de pollo cruda
3 tazas de flores de coliflor blanqueadas
1 huevo
1 cdta sal
1 cda mostaza
1 cdta ajo en polvo
1/2 cdta orégano
Pan rallado con o sin tacc para rebozar (opcional)
1. Colocar todos los ingredientes en la procesadora. En mi caso la jarra estaba hasta el borde.
2. Procesan hasta que vean una pasta pareja y lisa, lleva unos 2 minutos.
3. Refrigeran por 10 minutos. Refrigerarlas un momento les va a dar más cuerpo y va a ser muy fácil manipularlas. Es una pasta que queda junta, no se desgrana ni se quiebra.
4. Ponen sobre la hornalla a fuego medio una sartén amplia. Justo antes de poner los pattys, pasan una servilleta de papel embebida con un chorrito de aceite.
5. Toman una porción con una cuchara de helado o una cuchara común. Si las van a rebozar, tengan al lado una platito con el rebozador y las pasan justo antes de apoyarlas en la sartén. Así el rebozador no se humedece y queda perfecto. Si no las van a rebozar, les dan forma y las apoyan sobre la sartén.
6. Una vez caliente la sartén y pintada con aceite, apoyan los pattys y dejan cocinar por unos 7/8 minutos de una lado y luego dan vuelta. Hacen esto hasta cocinar toda la pasta. Yo usé una paellera y en dos tandas, hice todos los pattys.
7. Sírvanlos con la guarnición que más les guste porque todo les va perfecto. En sandwiches son la bom-ba.