Tiempo de eventos

Les dejo un par de ideas para pensar los eventos sociales y la comida desde una nueva perspectiva.

Estamos a nadita de la temporada de eventos y reuniones por excelencia y ha sido uno de los temas entre mis clientes estos días. Paréntesis: escuché a alguien decir que si un tema/palabra/imagen muy específico se nos aparece más de tres veces en una semana, les prestemos atención porque hay algo para nosotros ahí. Cierro paréntesis. No importa cuan grande sea el motivo de festejo, para muchas personas los eventos son generadores de estrés y significan un desafío.

 

Lo cultural

Vamos a hablar de nuestra quintita, pero casi casi que en todo el mundo es igual, cada vez que dos humanos se reúnen hay comida. Comidas. Torres de comidas. A veces entro a una cena y pienso: ¿Cuántas semanas va a durar esto? Fuentes y fuentes de todo tipo de alimentos, en absoluta desproporción con a cantidad de invitados y el tiempo que van a estar sentados. Hasta el ambiente resulta sobre estimulante entre la mezcla de aromas, la música, las voces... es un montón.

Para quienes están en un camino de mejorar su alimentación, su relación con la comida o sus hábitos, esto puede ser un desafío enorme, que se suma a la ansiedad que ya acarrean por tener que ajustar su comportamiento. Y ni hablar si es el anfitrión quien está en algún tipo de plan de salud.

Recordar que el formato de las fiestas es cultural (o sea, inventado por nosotros mismos), nos ayuda a saber que podemos cambiarlo y hacer lo que se nos de la gana. Podemos hacer una cena de comida natural sin ultra procesados. Podemos hacer un menú que solo contemple un plato principal por comensal. Podemos organizar la fiesta en torno a alguna actividad lúdica, baile o música y no a la comida. Sean creativos y piensen en el tiempo que se ahorran con un menú limitado y sencillo.

 

Tres conceptos para repensar 

Yo he estado ahí, y hoy escucho a muchas personas que atraviesan los eventos como una complicación, y quiero compartir los cambios de perspectiva que me ayudaron a realmente disfrutarlos.

Primero lo primero: redefinir DISFRUTAR. Las reuniones sociales tienen objetivos por sí mismas: celebrar, reconocer, reunirse, conocerse, compartir... a menos que la tarjeta diga "Los invito a comer todo lo que se pueda", la comida es secundaria. Creo que es casi imposible que nos reunamos con el único fin de comer, entooooonces, sabiendo esto, podemos reformular la idea de disfrutar. Piensen en los abrazos que van a dar a sus amigos, en las historias que van a escuchar de sus familiares, en las risas... y, atenti, si nada de esto les genera anticipación de placer, no vayan a ese evento. Saber decir no es una gran gran herramienta para la vida.

Segundo, establecer límites. El más obvio límite, es la salud. Jamás deberían poner en riesgo su bienestar por comer en un evento. Fuera de esta aclaración, los límites son lo que protege nuestra integridad y es imposible definirlos desde afuera; están dados por sus valores y si tienen dudas de cómo establecerlos piensen en qué están dispuestos a tolerar antes de que algo sea hiriente en alguna forma. ¿Cómo se sienten cuando toman alcohol? ¿Cómo se ve su piel? ¿Cómo se sienten al comer grandes cantidades? ¿Por qué comer "chatarra" hoy si en mi vida no lo apoyo? Hagan un repaso, chequeen su cuerpo y establezcan lo que ya no pueden permitir en sus vidas. Ojo, es probable que sepan que algo no es exactamente lo mejor y decidan hacerlo igual. Es válido.

Por último, y ojalá los impacte como lo hizo en mí, conviértanse en su propio proyecto. Hagan de su salud un proyecto. Hay dos grandes errores de enfoque que veo en mis clientes y son: dejar que las cosas pasen como pasen, sin intención ni planificación; o poner en manos de otro la responsabilidad. Si en vez de la salud habláramos de construir una casa, contratarían a un arquitecto, ahorrarían, juntarían recortes de revistas y fotos, dedicarían tiempo a pensar el material del techo y el ancho de las puertas, y mil detalles más. Eso es trabajar en un proyecto: elegir, evaluar, decidir, planificar, poner esfuerzo y dedicación, soñar, corregir, negociar, aprender. Con su proyecto de vida debería ser igual. Sueñen y trabajen para eso. Una vez que la meta, el ideal, es claro, las decisiones se vuelven más fáciles. ¿Esta comida me acerca al objetivo mayor? ¿Estos 5 minutos de placer sensorial valen la pena? ¿Qué haría hoy la persona que estoy trabajando para ser? Les prometo que esto les va a simplificar mucho el ir a una fiesta y los va a poner en un lugar de poder con ustedes mismos.

 

Para cerrar

No hay nada prohibido ni permitido, solo están los resultados de nuestras acciones y nuestras ganas de afrontarlas con altura. A mis clientes les recomiendo un montón el journaling y este es uno de los ejercicios que adoro: tomar un término y definirlo según ustedes mismos. ¿Qué es para mí disfrutar? ¿qué es lo que busco cuando voy a una fiesta/reunión/visita? ¿Qué valoro por sobre todas las cosas? Paree sencillo pero los va a conectar con ustedes y su propio mundo hoy. NO importa qué hacían hace un año o un mes, esto los trae a hoy y a su proyecto de vida. Les prometo que conocerse en profundidad y vivir en sintonía con lo que honestamente desean va a volver cada día más y más disfrutable.

Si querés trabajar conmigo en tu plan de salud, adquirir herramientas para simplificar tu día a día o adquirir hábitos saludables, escribime que yo te acompaño.